La raza de los caballos celestiales se mantiene viva hoy en día en Rusia y en Turkmenistán, donde los caballos de la raza Akhal-Teke se consideran un símbolo y son su orgullo nacional.
Estos caballos son tratados con extremo cuidado y cariño, y cuando mueren, se les entierra con honores divinos.
No es extraña la admiración que despiertan entre la gente que tiene la suerte de verlos. En muchos concursos internacionales, se distinguen como los caballos más bellos del mundo.
Es famosa su resistencia a la fatiga y su capacidad para sobrevivir con poca comida. En su origen fue caballo de guerra, capaz de correr grandes distancias en poco tiempo.
Es un caballo veloz, que también triunfa en concursos de doma y salto.
Du Fu, poeta chino de la dinastía Tang, les dedicó esta alabanza:
Los afamados caballos de Dawan, de finos huesos y fuertes músculos
y ojos tan agudos como el bambú y piernas ligeras como el viento.
Por peligroso que sea el sendero, confíales tu vida
porque estos son caballos valientes y corren durante 10000 lis.